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Albert Ramos cuelga la raqueta: ¡cuánto ruido hizo!

Tenis, Negocios Internacionales

Publicado el: 9 oct 2025

Published on: 9 oct 2025

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El 9 de octubre de 2025, los aficionados que abarrotaron las gradas de la "Pablo Andújar", pista central de la Copa Faulcombridge, tuvieron el privilegio de ver como Albert Ramos Viñolas disputaba su último partido como tenista profesional. El de Mataró cayó ante Jan Choinski por 6-4, 7-5 en un ejemplo más de lucha, ya que tras tirar de corazón y ganar sus dos encuentros anteriores, cerca estuvo de llevar al británico, que estuvo excelso al saque, al tercer set;  poniendo fin a una carrera marcada por un vuelo por debajo del radar que, sin embargo, no se le escapó a nadie. 

Una enorme carrera que no vino anunciada

Campeón en Bastad. Campeón en Gstaad. Campeón en Estoril. Campeón en Córdoba. Finalista en Montecarlo. Cuartofinalista en Roland Garros. Seis victorias en la Copa Davis. Top 20 del mundo. Tenista olímpico. Doscientas victorias en individuales sobre tierra batida. Una carrera extremadamente sonada para un jugador que nunca buscó hacer ruido.

Profesional desde 2007, el catalán no fue la mayor promesa de su camada, ni acaparó titulares. Opacado por otros grandes prospectos, Albert llegó al tour sin anuncio, con una buena carrera junior pero no equiparable a la de jugadores que llegaron aclamados por los medios como el futuro del deporte. Tal es el caso de Gäel Monfils –quien precisamente acaba de anunciar su retirada a finales de 2026—, Juan Martín del Potro, Marin Čilić o Kei Nishikori. 

El éxito de Ramos, incuestionable

Sin embargo, los números hablan por sí solos: de toda la generación de 1988, sólo 5 tenistas han logrado acumular más trofeos ATP que Albert: dos talentos generacionales como los ya mencionados del Potro y Čilić, su compatriota y amigo Roberto Bautista Agut, el polémico Ernest Gulbis, y Adrian Mannarino. Caracterizado por su innegociable entrega y su incansable esfuerzo, Ramos acumula más títulos ATP que tenistas de la talla de Dolgopolov, y sólo 3 jugadores más mayores que él se encontraban por encima en el ranking en el momento de su retiro: Monfils, Djokovic, y Wawrinka.

Destacar sin intentarlo: una odisea en el "circo" del tenis

El tenis siempre ha sido —y cada día más— un deporte marcado por las estridencias y la polémica. Dominado por los egos de jugadores que, con millones de euros y la posibilidad de inscribir su nombre en las páginas de la historia en juego, permiten que la frustración les domine. La soledad del tour convierte a la mayoría en obsesos del éxito, de destacar, de ser portada.

La triste realidad es que importa más la percepción que los resultados. Pesa más que la gente quiera verte ser top 10 que realmente serlo. Es más fácil ganarse la vida siendo una estrella mediática que dejándose la piel en cada punto. A muchos de nosotros nos gustan los “showmen”, jugadores que con sus puntos espectaculares y con sus personalidades rimbombantes dotan de color al circuito. Pero, en pleno 2025, lo verdaderamente meritorio es ser querido por todo el mundo por ser un luchador, por exprimir de tu talento hasta la última gota. Destacar sin buscar destacar.

Albert, ¡cuánto ruido hiciste!

Ese es el verdadero legado que deja Albert. Sin salidas de tono, sin titulares polémicos sobre su vida fuera de la pista. Con constancia, con esfuerzo, con múltiples apariciones vistiendo la camiseta de España pese a competir con una generación dorada de jugadores. Así es como se ha ganado el corazón de todos los aficionados al tenis de este país. Nos hiciste creer que si das el 100% de tu esfuerzo el 100% de las veces, las cosas llegan. Quizá no quisiste hacer ruido, Albert, nunca ha sido tu personalidad. Pero para nosotros, siempre lo hiciste. Gracias por todo, y que disfrutes esta nueva etapa.