Un inicio tenso y sin ritmo
El primer set fue una batalla de saques más que de peloteos. Giron se apoyó en un servicio no siempre presente pero sólido cuando lo estuvo (58 % de primeros saques y 75 % de puntos ganados con él), mientras Davidovich no terminaba de encontrar regularidad. Pese a conectar 14 aces en el encuentro, en esta manga su eficacia se diluía entre errores no forzados en momentos inoportunos.
El tie-break reflejó esa inestabilidad: Fokina comenzó mandando, pero perdió precisión y terminó cediendo 7-6(5) ante un rival más ordenado en los intercambios largos.
Reacción con autoridad
El segundo set fue otra historia. Davidovich restó mejor y cambió el ritmo con dejadas y restos agresivos. Giron, que había estado cómodo, se vio sin espacio para respirar. El malagueño ganó el 76 % de los puntos con primer saque y solo concedió una bola de break, que salvó con solvencia. En el segundo parcial, el marcador final de 6-1 no fue casualidad: Fokina dominó de principio a fin, manejó los puntos con variedad y firmó una de sus mangas más completas del año.
Decisión y madurez a la hora de la verdad
El tercer parcial fue el verdadero examen. Giron intentó recuperar terreno, pero Davidovich ya controlaba los tiempos. Logró romper el servicio del californiano en el quinto juego, aprovechando una doble falta, y a partir de ahí se sostuvo con temple. El español ganó 53 % de los puntos con segundo saque —dato crucial para resistir cuando el primero no entraba— y cerró el partido con un servicio ganador que selló la remontada por 6-4, la cual celebró de forma muy efusiva.
Una victoria que vale más que una ronda
Más allá del resultado, el triunfo deja señales positivas: control emocional, mejor lectura del juego y capacidad para variar los patrones según lo exigía el partido. Giron se marchó con buenas estadísticas —solo tres errores más que el español—, pero incapaz de mantener el nivel del primer set.
Fokina, en cambio, volvió a demostrar que cuando ajusta el foco, tiene tenis para medirse con cualquiera. Esta victoria lo impulsa en el torneo y lo coloca como uno de los grandes candidatos a llevarse el título. El siguiente escollo en el camino será el belga Raphaël Collignon, única esperanza restante de la grada en Bruselas.