No es la primera ausencia de Sinner
La expectación en Italia era máxima. Para una nación que no nunca ha contado con un tenista de la talla mediática de Sinner en el circuito ATP, su presencia en competiciones nacionales se considera casi un deber patriótico. La primera decepción llegó en agosto del año pasado, cuando Sinner se bajaba, sorprendentemente, de los juegos Olímpicos de París. Una gastroenteritis que le mantuvo lejos de las pistas pero que muchos italianos de a pie tradujeron en una falta de compromiso.
Ahora, tras ganar el Six Kings Slam y embolsarse la friolera de 6 millones de euros, su decisión de no disputar la final de la Copa Davis 2025, que se celebrará en Bolonia del 18 al 23 de noviembre, ha provocado un terremoto mediático. La selección azzurra lleva ganando el torneo dos años seguidos, por lo que era de esperar que Jannik volviese a formar parte del equipo. Para una federación que vive un momento dorado con tenistas como Lorenzo Musetti o Flavio Cobolli escalando puestos en el ranking de los 30 mejores, la ausencia del número 2 del mundo es un golpe durísimo en sus aspiraciones a la reválida.
Lluvia de críticas
Las críticas no se han hecho esperar. La Gazzetta dello Sport calificó su ausencia como un “insulto a la bandera”, mientras que el periodista Bruno Vespa cuestionó cómo un italiano puede apoyar a un jugador que no representa al país. La indignación ha llegado hasta Codacons, que pidió retirar todos los honores oficiales concedidos a Sinner, incluido el título de “Embajador de la Diplomacia Deportiva” y el Collar de Oro al Mérito Deportivo. Casi nada.
Sinner se defiene
Sinner, fiel a su estilo, mantiene la calma y evita alimentar la polémica de una Copa Davis que no ha estado exenta de tensiones. Carlos Alcaraz también recibió críticas por descansar tras ganar el US Open, y la ausencia de Davidovich Fokina por decisión de David Ferrer ha añadido más incertidumbre a un torneo que, tras años dorados, parece languidecer a marchas forzadas.







