Un primer set a trompicones
Novak empezó sin dejar buenas sensaciones físicas, apretando a Bergs hasta conseguir una rotura en el tercer juego al saque del belga, pero tocándose constantemente el tobillo y buscando aire con ostensibles bocanadas entre puntos. Tras un clave séptimo juego, en el que el ex número uno tuvo que salvar tres bolas de break para confirmar la ventaja obtenida en el juego anterior, la cosa fue a mejor para Nole.
Bergs salvó cinco bolas de set y obligó a Djokovic a sacar, pero el balcánico cerró el parcial 6-3 sin más contratiempos. La principal diferencia se encontró en los rallies. 21 cayeron del lado de Novak, por solo 16 de Bergs. No ayudó el contador de errores del belga, que como es habitual en él arriesgó, pero sumó 24 errores no forzados por sólo 12 winners. El serbio encontró en el revés de Bergs un agujero que éste no supo tapar, cometiendo 10 errores por 0 golpes ganadores.
Un segundo set repleto de emoción
La segunda manga transcurría plácida. Los servicios se imponían, y en los ocho primeros juegos nadie tuvo break points. Fue ahí cuando Djokovic se vistió de Djokovic. A la mínima presión sobre Bergs, sacando 4-4, el serbio olió sangre y se tiró al cuello, como un depredador. Passing de revés tras un smash dubitativo de Zizou, que negaba con la cabeza, riendo. Resto a los pies. Ace. Doble falta. El belga notaba el aliento en la nuca. Primer break point del set. Resto al cuerpo y revés en carrera que clava a Zizou en la red. Descomunal.
El encuentro parecía sellado, pero Bergs no se achantó. Restando para no despedirse de Shanghai, hizo un resto impresionante para poner el 0-30, ganó uno de los puntos del partido con un overhead de revés y rompió con un resto ganador. El partido se había incendiado de la nada. Djokovic, enfurecido, gritaba en serbio a su box, y parecía que Bergs recuperaba la iniciativa. Pero la sombra del ex número 1 se alargó demasiado para él. Derecha a la red, doble falta. Con 30-30, no cerró en 4 smashes un punto que Djokovic acabó defendiendo plantando una rodilla en el suelo, y terminó fallando. La grado se vino abajo. Bergs tiraba la raqueta al suelo, incrédulo, y buscaba respuestas en el cielo de Shanghai. Djokovic abría los brazos y se señalaba la oreja. Tras esa defensa estoica, el destino del juego parecía escrito, y Bergs lo firmó tirando una impaciente derecha muy lejos del límite de la pista.
Un último giro de guión que se quedó en el tintero, y una semifinal muy intrigante
En una nueva oportunidad para cerrar el partido, Novak volvió a estar contra las cuerdas. Bergs de nuevo tiró con todo, salvó dos bolas de partido y tuvo break point, pero un enorme primero salió al rescate del serbio. A la tercera Novak cerró. Bergs le ofreció un deportivo abrazo mientras reía, consciente de que había hecho un grandísimo partido y ni así había llegado al tie-break. A veces el rival es simplemente mejor.
En semifinales, Novak Djokovic se enfrentará a la revelación del torneo, Valentin Vacherot. Si bien Nole habría firmado este encuentro con la mayor de las alegrías a principios de semana, a ver quién se atreve a dudar del monegasco a estas alturas. El partido será muy anticipado, por la novedad del duelo y por el nivel desplegado por el qualifier, que nuevamente no tendrá nada que perder.
